Ana Gervasiosol de nochea veces parecía una reina con una inmensa corona fulgurante, otras veces le crecían garras y su sombra se alargaba hasta desvanecerla....
Gisela Vanesa MancusoFundé Troyaa Fundé Troya. Enseguida ardía. El campo abre un sendero, entre espigas, cuando sueño. La guerra fue con armas literarias. Saqueé al...
Nicolás HellerOstras vacíasMe persigue lo infinito de la matemática coche fúnebre de mi sueño caballo azul de mi locura Palpitantes ostras sexuales salpican sus...
Rufina AlejandroCalcas en la pielMujer marchita que pasas por la vida sin mirar atrás, dicen que repudies tus bochornos y demás. A ti que caminas en el vacío de música...
Emiliano Gabriel FaríasOjos de lobo apócrifoSu rostro se evidencia detrás de una especie de velo blancuzco, casi transparente, que le cae encima. Tiene una foto entre sus manos...
Zamara León UrbanoLa nada, los amantes y el arrayánNo era Verona ni primavera. Hallábame solo, vacilando entre las calles desiertas de una pequeña ciudad, atiborrada de autos, de...
Alberto Julián PérezMuchacha cama adentroEl domingo, pasado el mediodía, después de almorzar un buen bife argentino, asado a punto, y regado con un vaso de vino ordinario, en un...
Brandon BarriosSentido comúnEl siguiente cuento intentó ser un homenaje a Alfred Hitchcock. Lisa entra con estupor, valentía y con falta de sentido común, al...
Roldolfo ZappinoUn HeladoTodos la mirábamos, era tal vez de las más sencillas mujeres del vagón, sencillas en el sentido visual pues había mujeres más bonitas o...
Ana Bertha Casas RodríguezNo¿Santa? No soy. ¿Perra? No muerdo. ¿Loba? No aúllo. ¿Demonio? Tengo un ángel en mi hombro, me sigue, instruye, conduce, castiga, perdona…...