Tintorería
Llevó sus prendas a la tintorería Tokio, la cual estaba ubicada en la calle Marcelo T. de Alvear, casi llegando a la Av. 9 de Julio. Había una fila de aproximadamente tres personas. Nicolás quería aquella ropa preparada para cuando la empresa organizara algún evento. Había escuchado rumores de uno próximo, que quizás se daría aquella semana o la otra.
Mientras pensaba en todo esto, sonó su celular.
-¿Hola?- preguntó.
-No te hagas el que no sabés.
-¿Que no sé qué? ¿Quién habla?
-Me debés doce guindas maduras. Vos sabés lo que quiere decir eso.
-No, posta que no sé. ¿Quién habla?- entregó la bolsa con ropa y esperó a que el que lo había llamado cortase. No funcionó.
-¿Me podés decir quién sos?-inquirió Nicolás.
-No te hagas el pelotudo. Tu celular ya nos tiró que estás en la tintorería-cuando su interlocutor terminó de decir esto, cortó.
Pasaron unos quince minutos. Se había quedado contemplando un punto fijo en el espacio mientras el empleado que lo había atendido lavaba su ropa. Aquel anciano le prometió al joven tenerle lista su ropa a la media hora si pagaba un adicional, cosa que Nicolás aceptó. Fue sorpresivo cuando dos manos atacaron a Nicolás por la espalda, justo cuando el tintorero cruzó la puerta hacia otra habitación. Hubo golpes, golpes bajos, golpes deshonrosos, el absurdo sonido de un camión de bomberos de fondo, el volante de un delivery deslizado por debajo de la puerta, lo que ustedes quieran.
Nicolás estaba preparado para recibir una golpiza cuando vio como un bonsái seco producía el knock-out que necesitaba, o quizás un exceso, dado que el pulso de su contrincante cedió.
Nicolás se incorporó, pago por su ropa y sumó un extra por el bonsái mientras el dueño iba a buscar una escoba.
Autor: Brandon Barrios
nació el 13 de Julio de 1998. Desde pequeño, desarrolló un gusto por las humanidades, tanto es así que actualmente estudia filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Ha sido nominado y ganador en algunos concursos literarios menores, como por ejemplo, el concurso literario del Colegio del Arce en el 2013 y en el 2016. Espera publicar algún día una colección de cuentos, de la cual podemos decir que el título es el mayor de sus problemas.