La sombra materna
1.
Pasó medio siglo
mi madre desmigaja pan en el
mate cocido
como si descuartizara mi cuerpo
la veo en un rincón de la cocina
sola y ajena al tiempo
la miro y en sus ojos retintos
una voz clama desde su estómago.
Estoy viejo, le digo.
Pasó medio siglo
y ella sigue
desmigajando el pan
y dice que
aun los viejos
crecen.
2.
Mi madre
es como una fosa
con agua
puedo ver mi cara
reflejada en ella
y ahogarme
de tanto mirarla.
Mi madre es
repito
como una fosa con agua
en ella sucumben
los excrementos de la familia
e incluso
mis excrementos
de niño huérfano.
3.
Dos colchones
tendidos sobre el piso
afuera
los perros ladran heridos por el frío
adentro
mi madre y yo
nos apresuramos a cerrar los ojos.
Mientras nos dormimos
heridos por el frío
le muestro
mi infancia marchita
como si fuese un secreto
y ella ve mis cicatrices
con la forma de su vientre
y su silencio.
4.
Mi madre duerme
entre los muertos
los sueña y los nombra
muchos tienen mi nombre
las mismas consonantes y vocales
incluso una tilde en la última e
cada tanto se despierta
y me llama
y me pregunta si estoy vivo
le respondo
con el silencio
de los muertos que la habitan
y llora
y de su lagrimal
salen heridas innombrables
y ella
de a poco se marchita y se seca
toda hecha cenizas
y se vuelve un nombre más
hasta que
por fin
se sueña muerta.
5.
Mi madre tiene hambre
y un diagnóstico
ESQUIZOFRENIA PARANOIDE, dice la
Historia Clínica
cada vez que la visito me habla de su
corazón herido
y me cuenta sus miedos
y dice que tiene hambre
mi enfermedad es de hambre, dice, yo no
sé qué hacer
hace tiempo que los supermercados y
casas de comidas cerraron
la ciudad se vació
cuando mi madre enfermó
tengo hambre, repite mi madre
y trato de alimentarla con las palabras
y con los dedos empujo cada palabra
y ella se atora y su cara enrojece.
El psiquiatra dice que mi madre
enfermó de hambre y me muestra la
Historia Clínica
y yo le digo que mi madre
está saciada de palabras
y él responde que esas palabras
las que yo le di
estaban selladas de silencio
de mi mutismo
de hijo huérfano.
Autor: Bernabé De Vinsenci.
Imagen de Guayasamín