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Repetir salita


“El que come y no convida tiene un sapo en la barriga.”

Igual que como a los quince, toca, retoza, juega y se va. Le encanta el Ring- Raje: se manda de una pero usa forros de muestra, le gusta la mujer deliveri, el amor “llame ya.”

Si la relación se enrosca y es menos superficial, le asalta la confusión y explota en gritos, resentido, no combina con su naturaleza posmo.

Confunde insignificancia con libertad: pasión de forro pinchado.

Repitió salita: todavía come solo, con su sapo en la barriga.

“Mancha helada, no vale tocar”

Rompe las bolas con que quiere tocar. Es casado pero insiste, insiste.

Hasta que ella lo deja tocar. Cuando un beso lo marca, esconde la mano, silba bajito y se va. Al rincón, se esconde vacío, se manda a pensar.

Repitió salita: Toca y se va. No sabe jugar.

Dice la maestra: “El que golpea, no juega más.”

Quiere más, insiste. Repite que él puede con todo, que de la esposa él se va a encargar. Pero se olvida la letra: de tanto repetir el mismo verso, se equivoca. Le echa la culpa. No atiende más.

Repitió salita: Todavía golpea. No juega más.

 

Autora: Graciela Tubino

Soy profesora de letras, y psicóloga. Hice varios talleres literarios y participación en dos antologías. Algunos cuentos circulan en red en la página blog de Elsa Osorio, durante un tiempo mi maestra de taller.

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