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EL BAR DE LOS BICHOS (“LAS ACACIAS”) y el barrio


En la esquina de Possolo y Torricelli antes de llegar a los portones de la cancha de Peñarol en Las Acacias se encuentra el BAR de los bichos. El nombre es bar Las Acacias pero todos lo conocemos como el bar de los bichos.

En una época supo tener de mascota un mono con la camiseta de Peñarol, y un papagayo (también de Peñarol) que hacía gimnasia. Todos los gurises del barrio pasábamos a verlos.

Bar de personajes entrañables que le daban color al barrio como el viejo sartén, el loco cerrajero - el primer anarco que me pasó un libro sobre el 1º de Mayo amigo de mi tata y de mi madrina Ema. Los cracks de la Extra que no llegaron, las anécdotas de mi viejo “el sapito”, las apariciones del canario luna y sus timbas en el “centella”

Y las madres mandando a calentar agua pal mate mientras estaban mirando a los gurises jugar en las prácticas del Corralito cuando la cancha quedaba dentro de Las Acacias (antes que la mano del progreso cerrara con muros y no pudiéramos más ver desde el alambrado a la amarilla y negra carbonera) y el que nos enseñaba de futbol era el “loco” Antonio. Los Daboine (una de mis tantas familias postizas) eran habitués y proponedores de asados a fin de año. Los obreros de PUASA, de RALTUR y de otras fábricas con su termo y mate y su vaso de caña o grapa con amarga.

Cuando uno era un crío pasaba por ahí como el tango, sabiendo que el día que entrara sería ya un “hombre”

Cuando llegamos a esa edad de tomarse algo ahí tenías que esperar para jugar al truco o al tute “por la copa”.

Aquellos años…

Parecen tan lejanas las cervezas en la puerta en verano

Y las cañas con truco compartidas con mi tata negro el negro Ramón Aquino.

Único espacio generacional que nos acercaba

Eran esos boliches del barrio.

De “zepelín” al de “la resistencia”

Del “potrillo” al “las acacias” o “de los bichos”.

Pasábamos por los pools o el casino

A transformarnos en “ser grandes”

A tomar una antes de arrancar a cualquier noche

Cuarto o plaza

Esas épocas que el mundo era tan grande

Donde la alegría de la barra y la farra escondía los miedos

A las botas tirando puertas y a las caminatas a la comisaria 12º

De matar amores y comenzar otros.

Y de esperar la vuelta que dará

La mano solidaria y el puño cerrado

De aquellos que aún dejan que la libertad, sea su candil, sabiendo que siempre será lo que queda…

 

Autor: M.S. ERGOSUMQISUM

Imagen BOCETO PARA XILOGRAFÍA 'BEBEDORES'CAMILO BLAS [JOSÉ ALFONSO SÁNCHEZ URTEAGA] tomada de

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