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Todos los caminos llevan a Roma


-¿Todavía recuerdas la palabra segura?


Julio César, con sus dos palmas apoyadas sobre la mesa, cierra los ojos mientras lo recorre un escalofrío de anticipación. Todo su cuerpo se siente como si sus terminaciones nerviosas estuvieran alerta, cualquier leve brisa capaz de sobresaltarlo mientras Craso recorre su espalda desnuda con una de sus manos, comenzando por el omóplato y descendiendo lentamente, obligándolo a soltar el aire de forma entrecortada entre sus dientes.


-Sí. Sí. La recuerdo -intenta que su voz mantenga su tono serio para que su impaciencia no se note pero inclina levemente su espalda hacia atrás, queriendo profundizar el toque del otro.


Aunque César no puede verlo, la voz de Craso le indica que debe tener una sonrisa satisfecha en su rostro cuando lo hace repetir las reglas en voz alta. César comienza a hablar, intentando no distraerse mientras Craso se entretiene recorriendo su espalda y cuello con su boca:


-Dijiste que será despacio, que no harás nada con lo que no esté de acuerdo y…-su voz se corta cuando siente en su espalda el tacto del pecho de Craso, que minimiza la distancia entre ellos para rodearlo con un brazo y comenzar a acariciar su pene. Se esfuerza por recordar lo que estaba diciendo, su cuerpo removiéndose con anticipación- y que puedo usar la palabra clave para que te detengas en cualquier momento.


-¿Y cuál es la norma principal?


César inclina su cabeza hacia el costado, dejando su cuello al descubierto, cuando Craso le susurra la pregunta en el oído. Está respondiendo que le había dicho que lo más importante era pasarla bien cuando se interrumpe, demasiado enfocado en la sensación de Craso comenzando a penetrarlo como para poder pensar con claridad. Deja escapar un jadeo y se reacomoda para estar más cómodo, sincronizando su respiración con el ritmo de Craso, que comienza a moverse con suavidad en su interior.


César tenía experiencia sexual suficiente para que no le asuste la experiencia. Sin embargo, los años que habían pasado desde la última vez que había sido penetrado en una relación hacen que agradezca la delicadeza de su compañero durante los primeros minutos, para comenzar a disfrutar plenamente. Craso comienza a acelerar sus embestidas, que se vuelven más profundas cuando se asegura de que César pueda soportarlo.


Pronto, César se encuentra recostado con su pecho sobre la mesa de estrategia, pequeñas figuras representando a los diferentes ejércitos se ven caídas a su alrededor mientras los gemidos de ambos llenan el aire. Siente a Craso, junto a la mesa, empujar con sus pies los suyos, en un intento de llegar más adentro, de conseguir más placer de esa penetración y César lo agradece mientras su cuerpo entero se tensa.


Su respiración se vuelve más y más acelerada y todos sus pensamientos se borran excepto ese momento, en ese lugar y con un ruido ahogado, una mezcla de placer y alivio, eyacula sobre la mesa. Siente en su interior a Craso por algunos segundos más, sus gemidos aumentando en intensidad y él mismo siente un destello de placer cuando el líquido caliente se libera en su interior.


César se permite tranquilizar su respiración y pestañea un par de veces para fijar su mirada, agradeciendo la reconfortante presencia de Craso aún en su interior. No sabe cuánto tiempo pasa, con el pene de Craso aún llenándolo y el pecho de este aún apoyado sobre su espalda, hasta que la distancia entre ambos aumenta.


Cuando Craso se aleja, César se estira sobre la mesa y recupera su toga, que echa sobre sí con una facilidad propia de quien tiene práctica. Luego, se estira y ayuda a Craso a atar su toga, éste lo mira y pregunta:


-¿Tenemos un trato?

-Tenemos un trato.


Con una leve sonrisa de despedida y una inclinación de cabeza, Craso se da la vuelta y sale de la habitación.


 

Autora: Candela Gelabert


Mi nombre es Cande y estoy publicando mi fanfic de Julio César y Licinio Craso en ao3 bajo el nombre de CayeronDespertadores. Soy una estudiante de letras y escribo porque me divierte y con la esperanza de que, capaz, a los demás también les trae un poco de emoción. Si te interesa continuar leyendo esta historia, está publicada en ao3 bajo el nombre de “Amor en tiempos inesperados” https://archiveofourown.org/works/42876714


Imagen tomada de acá

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