[papel maché]
acá el sueño se nos mezcla con el insomnio
sopor/estupor
lo que atrapamos se nos escapa de entre las manos
un pez/una liebre
y aprovechamos cuando hay luz para comer algo caliente
lo que nos limpia
es un vidrioso hilo de agua
escurridizo como las nubes
y el amante
que nos promete querernos a pesar de que le hiede
a escasez
hasta que encuentre un billete, hasta que descubra una salida
por andar mirando al suelo en su desnudez
en este lugar, con las sobras se hacen manjares
¡qué maravilla (¿no te parece?)
la inventiva gastronomía
del infortunio de llenar la tripa con papel maché!
y se comparte, siempre
un mejunje
de lo que haya y de lo que quede
en arreglos minimalistas (pal caché)
lo que no
se roba para esconderlo
en algún lugar secreto
del cuchitril
para luego ir royéndolo (a solas)
sin hacer ruido (que te descubren)
apaciguándonos, o al crujido
más interior
pero al menos (al menos)
dicen que el ayuno es bueno
para limpiarnos, pa depurarnos, para
desintoxicarnos
habremos de ser entonces
como la virgen, inmaculada
siempre que no perciban
la marca que traen las niñas
y sus madres y los ancianos y los
maricones
resulta que
un alto grado de melanina encubre bastante bien los
moretones
además
se vende sexo como hipoteca
y se te mata sólo una vez que se te haya
ya violado
que igual que te lo has buscado
por haber excitado al macho
con tu pene y tu par de tetas
a la verdad, cómo es que te atreves
a existir
a ser a aceptarte a amarte
a subsistir
a pedir que te llamen por tu nombre
a hacer valer un pronombre
no es normal, rugen
están enfermos, claman
no es por discrimen
pero
acá ya decimos poco
acá no nos caben peros, no nos caben ya las
objeciones
apenas nos cabe el grito de
¡socorro!
¡socorro por favor que me matan!
¡alguien ayúdeme por favor!
acá no se escucha nada
acá no se ve no se concibe
de alguien tan bueno, quién pensaría
tan respetable, quién lo diría
(¿pero hay testigos?)
acá se abren casos, se abren
como la caja esa que soltó males y ahora bautiza
la marca de una joyería
para que vayas coleccionando, como el estado que va agrupándonos
en montoncitos
cadáveres pa los cuervos, porque dicen
que a mal tiempo, buena cara
dicen
borrón y cuenta nueva
dicen
que es importante el oportunismo -perdón digo el optimismo-
¡optimismo!
porque a nosotros, acá
dormir en carpas nos da alegría
en un sancocho de orina y mierda
¡qué orgullo la resiliencia!
que hasta un virus es productivo
qué buen negocio que una señora
nos traiga agua tan sólo a cambio
de sonreírle
-o mejor, de ponerle nuestros ojitos desamparados-
para las fotos del titular
Autor: Martín Negrón
Nació en San Juan, Puerto Rico, el 10 de julio de 1986. Es egresado de la Escuela Central de Artes Visuales de Santurce y posee un bachillerato en Literatura Comparada, así como un doctorado en Fisioterapia, de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Políglota y trotamundos, viajó en el 2009 a Brasil para trabajar con personas de escasos recursos. En el 2011, fue seleccionado como embajador de Puerto Rico para el Centenario de la República de Taiwán (donde consecuentemente vivió por 2 años). En el 2020, es galardonado con el Premio Ramón Emeterio Betances del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR en reconocimiento por su liderazgo, humanismo, humildad, altruismo, filantropía, patriotismo y visión. Cuenta con una publicación en el Boletín Diversidad de la Asociación de Psicología de Puerto Rico.
Foto de Madalena Schwartz (fragmento)
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