top of page

Como dulce con cuchara y otros poemas


1. Como dulce con cuchara


ya tomé el agua más limpia, la tímida

esa que saca el hambre y alimenta

Tengo sed rebosante. Absoluta.


la linfa heroína que petrifica

el agua fina que raspa a la fuerza,

mascando con las púas de los dientes.



2. Mirmestecia


voz dulce, amarilla

arañita

andada con patas finas, pétalos metálicos, alada y

rosa suave, algodón, de pintura seca.

Aura lista

para dar cada puntito mínimo de aliento como un beso

y rebobinar la vida hasta pintarlo todo de nuevo.

en stop motion, cámara de sueño, en puntasestañeos tersos

mirmestecia flota como mariposa,

olor picante, sutil, salado y petulante

huele a humano embrujado

a ojos celestes, iris de leche blanco

vestal y pubescente,

está limpio el cuerpo de todo su imperfecto

rascando suave la piel

el color muerto grisáceo y áspero.

como todo lo negro.


creo cosas para pisarlas

piel viva, patas

autoflagelo sangre con brazo de gato rasguañante

olvido lo que dije, odio parecer mínimo como un camello

con espaldas de augurios plebeyos


puedo tragar el líquido que no quieras y eso que sueltes

entre tus dedos sangrados desidiados

blanquizando el agua blanca

la sangre verde

el vomito encima mío como bicho hormiga

trago y voracido y para siempre contiguo

hago muñones de cinco galletitas de las que mastica mi mandíbula


tiro piedras al agua

y no se mueve, no se mueve nada.



3. El piano reverbera


brujas estiran manos

hambre y sangría

tengo ganas de tenerte

pero me muero

asfixiado entre cada plástico abarrotado a pedazos

uno que baila y espera, uno que mueve las piernas y reza

hay unas palabras que no salen

mientras el fuego

flamea con la magia del violeta lacio y peinado

hacia todos lados


Alumbra el vacío, espartano y ácido. Bruma.

Y nos llena de miedo, aunque acá no existe nada de eso.

con las banderas de deseo y las manos que se acercan

se queman, vaivienen entre ellas, cada dedo

encima de la mesa. Hay un hacha y ballestas cargadas de esperanza

no se como manejarlas, igual, nadie se les acerca


estamos listos para mirarnos

estamos listos para mirarnos

La melodía inicia. Los dedos sinfonizan.

El piano reverbera



4. —

dormís encima de una nube rosa, y sos tan perfecto como

un garfio que vaiviene girando

arriba, abajo, las olas y el ritmo

el fondo del mar remanso, es obediente y sigue tus reglas.

Hacés brillar el agua, hacés el ruido mas pacífico

Tenés los ojos más lindos.


Al hablarte desarmás los temas como un regalo,

preparás el empaque carne rosa, hirviente

con tus manos poderosas

movés mi cerebro como un cuenco

tus manos de cirujano y los guantes metalizados de artesano

engranan y desencajan a ritmos tercos

opuestos adentro y afuera

la piel roja y las encías grabadas de palabras

y una lengua

Que con desgracia andaba enredada, descalza

gracias.



5. Quiero lo que queda en el fin del cuello


siempre que estoy sentado tengo ganas

tibias, efervescentes, encendidas

de subirme por encima y comerte

un pedazo de piedra violeta, una

pierna unas migas


quiero lo que queda en el fin del cuello

el silencio y lo más dulce, el azúcar,

alimonada,

la lavanda especiada y las semillas

quiero no sentir. Vacío en el pecho

y el cuerpo, la cosquilla que me aprieta


quiero tener en mis manos, el alimento

que me des completo. Destruir

y comer miga a miga, lo que resista


quiero dejar de sentir esto



6. dejo salir lo que tengo y vomito sin miedo


puedo ceder cualquier cosa

puedo ser oscura cuando quieras,

puedo hacer como salame y cortarme

en fetas y pedazos

para que se vean mis adentros

el espacio en blanco hasta que este lleno

de sangre movediza, salubre honesta

toda mi posible impasiva vida

salpicada, ida.


el lugar donde todo crece sano

canela y manzanilla

dulce y despacio

amarillo dorado.

Ahí no se creen las mentiras, y

dejé que se suelte, perdón disculpame.

Saco de mis manos vacías

el ácido caliente que me quema los párpados

la miseria líquida compartida


no quiero acercarme, ni volver a verlo

pero

abrí la piel, quiero ver todo con aumento

puedo olerlo.


 

Escrito por Dante Lestrade


Estudiante de la UNA en Artes de la escritura, amante de la música y su crítica, del arte en todos sus géneros y de la literatura, el surrealismo y la expresión de cada uno.


Instagram: @dan.t.e.k


Imagen de Macarena Panal.

Pueden ver su trabajo y seguirla por acá @macarenacpanal























bottom of page