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detrás del tornasol cegador de estos hologramas hay la idea de alguien en algún lado.

las moscas fulgurantes besan la basura que brilla como un trofeo patético sobre el suelo patético en el que alguna vez alguien estuvo parado junto a mí, acomodándome el pelo y diciendo tenemos que conseguir pimienta de cayena mientras se atragantaba con el mate -¡ay Serena! que se atragantaba con el mate y siempre olía a pimienta y también su piel se sentía como un baile de abejitas en los dedos. el tacto, ese zumbido eléctrico llegaba siempre de repente: la espina pateaba con violencia y teníamos miedo de tocarla porque estaba en la corona de Jesús y la culpa de querer besar a Jesús, Serena… creo que nunca te confesé que siempre pensé que Jesús tenía cara de tener el pito chico, y no sé… si vos querés… tomá este crucifijo, te lo compré en la feria del Once.

paseabas tu vestido como una reina mantarraya poseyendo al aire y al Once entero mientras tarareabas canciones de Pescado Rabioso ¡y qué rabia Serena! ¡lo linda que estabas! mucho más linda que Jesús… tan próxima como las cosas mundanas. a veces eras una cuchara, un pote de mermelada, pero también un huevo exótico bajo el mar del mar y un cadáver de colibrí rosado.

yo quise enterrarte, Serena, en algún lado pero me pudro yo también entre las cáscaras, la yerba mojada, las servilletas, las tiras de plástico. prefiero quedarme así: serena. descomponiéndome en la salmuera que alimenta a mis palabras. prefiero guardarme el crucifijo. hay una hora de la noche en la que todo se vuelve silencioso y la vida entera pende de tener una efigie a mano.

 

Autora: belu vázquez

Me llamo Belén. Tengo 30 años. Estudio Letras en la UBA y estoy formándome como investigadora en la Universidad. Coordino talleres literarios en una biblioteca popular. Trabajé como traductora y profesora. Autogestioné la edición de tres poemarios: Ni lunas ni rosas, Poesídrico y Las 40. También escribo cuentos.

FB: /belenelimbo IG: @belenelimbo

Imagen de Puri Salvi

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