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Informe extraterrestre de la sexualidad humana


NOMBRE DEL INFORMANTE: H.D.P.

MISIÓN: Recabar el máximo de datos acerca de la sexualidad humanoide.

TIEMPO DE PERMANENCIA EN EL PLANETA TIERRA: 24 horas terrícolas.

FUENTES DEL INFORME: Vídeos pornográficos descargados de internet.

HUMANOS CONTACTADOS: Ninguno.

Tras un análisis exhaustivo de más de diez mil documentales sobre la actividad sexual humana que componen el muestreo, catalogados bajo las etiquetas de “Free porn”, descargados desde internet -un medio de comunicación humanoide- a mi ciberdispositivo biónico de procesamiento ultrarrápido; estoy en condiciones de ofrecer las siguientes conclusiones:

1) Las hembras humanas -en contraste con otros mamíferos terrícolas- se hallan en permanente estado de celo, hasta el punto en que se podría decir que casi no realizan casi ninguna otra actividad que no sea la del apareamiento. La hembra humana es insaciable, no le importa practicar el coito en público o en privado, en pareja o en grupo.

No obstante, hay situaciones y lugares que excitan a las hembras más que otros. Así, por ejemplo, las piscinas enervan sobremanera sus hormonas; siempre que hay una hembra tomando el sol y un macho limpiando la piscina, ambos terminarán copulando. También se sienten atraídas por los repartidores de comida a domicilio. Otra situación erótica es practicar autostop, el 100% de las auto-stopistas recogidas son apareadas en el interior de los vehículos del macho humano que se detuvo para recogerlas.

Como ellas siempre están sexualmente predispuestas, muchas veces son cubiertas por un número plural de hombres que pueden llegar a ser de varias decenas. Cuando no tienen machos a su alcance se frotan entre ellas y en caso de ausencia de otros humanos, no dudan en hacérselo con juguetes sexuales (25%), animales (3%) u hortalizas (1%).

2) La franja de edad en la que los humanos practican el sexo se mueve en una horquilla que en las hembras abarca de los dieciocho años de edad a los cuarenta en un 95% de los casos. La inmensa mayoría de hembras carece de vida sexual a partir de los cuarenta años, con la excepción de las denominadas “colegialas”, señoras de más de cuarenta y cinco años vestidas con falditas a cuadros y peinadas con coletas.

Con dieciocho años cumplidos -incluso cuando todavía humean las velitas de la tarta de aniversario- ya todas las hembras son sexualmente activas y copulan como expertas con uno, dos, tres o más machos de forma simultánea.

3) Ellos se aparean entre los veinticinco y los sesenta y cinco años de edad. Los machos a partir de los cincuenta años tan sólo practican la coyunta con hembras de dieciocho a veinte años de edad, según corroboran las películas etiquetadas bajo el epígrafe tenn/old man.

4) Los humanos se pueden clasificar en: heterosexuales un 55%, mujeres bisexuales 25%, transexuales 10%, lesbianas puras 5%, zoofílicos 3%, homosexuales hombres 2%.

Siempre que coincidan dos o más mujeres en un encuentro sexual con un macho, en algún momento dado, acometerán un cunnilingus mutuo y succionarán cooperativamente el pene.

5) Los humanos practican el sexo en pareja en un 32% de sus encuentros y en grupo en un 68%.

6) La mujer se aparea en pareja en el citado 32% de las ocasiones, en trío en un 20%, en cuarteto en un 12% y con cuatro o más hombres a la vez en un 36%.

7) Lo primero que hace una hembra humana al encontrarse con un macho, antes incluso de saludarle, es succionarle el miembro viril. El cortejo de seducción masculina se limita a mostrar el pene.

8) Los lugares en los que se produce el apareamiento son: en dormitorios en un 15% de los casos; dependencias del domicilio que no son dormitorios 14%; urinarios públicos 13%; en la vía pública 12%; en el interior de vehículos a motor 11%; oficinas 10%; en naves industriales y talleres mecánicos 8%; bosques 5%; bajo el agua de una piscina 3%; en la silla del dentista 2%; en parques de atracciones y cuarteles de bomberos 2%; en el aire mientras se practica paracaidismo 1%; otros lugares 4%.

9) Los humanos fornican sobre camas en un 20% de los casos, en sofás 30%, sobre mesas o escritorios 15%, sobre el suelo 10%, de pie 20%; encima de la lavadora en funcionamiento 5%

10) El 15% de las hembras se visten para practicar sexo con ropa de látex; llevan uniforme de enfermera en un 20% de las escenas, de colegiala un 25% y de animadora un 30%. Así mismo usan liguero en un 95% de las ocasiones; tacones de aguja en el 97%; y en el 100% de los casos se han hecho la manicura francesa.

11) El 100% de las hembras van tatuadas y un 60% lleva piercings en la lengua y en el clítoris. Los machos se tatúan los brazos en un 90% y las piernas en un 80%

12) Los machos no se quitan los calcetines para penetrar a la hembra en un 67% de las sesiones. En los encuentros multitudinarios de una sola mujer con un nutrido grupo de hombres, no menos de un 50% de ellos van enmascarados; de entre los cuales, un 10% usa máscaras características de la lucha libre mexicana, 20% pasamontañas y 25% la careta de Anonymous.

13) No hay ningún racismo entre los humanos, a ellos y a ellas no les importa fornicar entre sí, a todas horas, con indiferencia que sus compañeros sexuales sean blancos, negros o asiáticos.

14) Los humanos, cuando practican el sexo, hablan – muy poco- en inglés (norteamericano) en un 80%; alemán, 15%; japonés, 3%; español, 1% y otros idiomas, 1%.

15) El 95% de las hembras disponen de unas prominentes glándulas mamarias (talla de pecho de 100 a 160), de las que un 85% tienen forma de pelota de baloncesto.

16) Salvo que sean japoneses, cuyos genitales son pequeños y pixelados, el pene masculino mide quince o más centímetros en erección. Si el macho es negro, en el 100% de los casos sobrepasa los veinte centímetros de longitud.

17) Los humanos no practican casi nunca ningún juego previo de excitación al coito, excepto en un 17% de los casos, en que las hembras son atadas con maromas alrededor de su cuerpo, azotadas con fustas en las posaderas, pellizcadas con pinzas en los pezones, inmovilizadas con cepos y rociadas con cera hirviendo.

18) Las vías por las que el hombre realiza el coito son tres: boca, ano y vagina -por orden de importancia-. En cualquier encuentro sexual, las hembras son penetradas por las tres y si se ha de prescindir de alguna, se prescinde de la vagina.

Si la mujer participa en un trío con dos hombres, la doble penetración anal y vaginal simultánea se producirá en un 99% de los casos. Si son tres los hombres con los que yace, en un 98% de los casos se producirá una triple penetración simultánea por los tres orificios citados También hay dobles y hasta triples penetraciones concurrentes en cualquiera de los tres conductos. En ocasiones se observa que lo que se introduce son objetos de plástico (15% de los casos) o la mano hasta la muñeca. Sorprende la capacidad de dilatación de las hembras.

19) Las posturas preferidas por los humanos para la coyunta son: la postura del “misionero” en un 5% de los casos, postura del “perrito” 15%; posturas acrobáticas 60%, ellas haciendo el pino puente 10%, otras posturas 10%. Asombra la flexibilidad y el contorsionismo de las hembras.

20) Cuando el coito se produce mediante la llamada postura del “perrito” (dog style.), ellos, invariablemente, abofetean con furia las nalgas de las hembras hasta hacerlas enrojecer.

21) Lo que más placer le produce a la mujer es, en primer lugar; la eyaculación del hombre en su boca (In my mouth, please, please); a continuación, la sodomización (Fuck my ass) y, en tercer lugar, la eyaculación del macho sobre el rostro de la hembra (Cover my face).

22) Los embarazos se producen al transitar el esperma por un conducto que comunica el aparato digestivo con los ovarios. Algo que se constata tras ver que en el 96% de los casos el macho termina su apareamiento eyaculando en la boca de la hembra. Sólo en un 1% de los casos documentados he comprobado que el macho eyacula en la vagina, por lo que infiero que dicha práctica se considera en la cultura humana una perversión de lo más depravada.

Aunque no he tenido el gusto de probarlo y, a falta de datos empíricos, deduzco que el esperma debe tener un sabor delicioso, pues ellas no paran de ingerirlo y de hacer gárgaras y burbujitas con dicha sustancia. Incluso se organizan encuentros multitudinarios de una mujer con muchos hombres –Bukakke- en que la hembra limita su papel al de receptáculo bucal.

23) Tras arduas extrapolaciones y cálculos matemáticos, considero que el número medio de compañeros sexuales de una hembra humana a lo largo de su vida fértil se aproxima a los 3.500 (3.496 para ser exactos), de los que 2.369 concurren de forma simultánea

Conclusión: Salvo los Bonobos, también conocidos como los monos kamasutra, ninguna otra especie animal terrícola invierte tanto tiempo y energía en la función reproductiva. Pese a sus muchas otras habilidades observadas, considero que una especie tan absorbida por la práctica del sexo, jamás desarrollará una cultura y, mucho menos, una civilización, digna de tal nombre.

 

Autor: Héctor Daniel Olivera Campos (Barcelona 1965).

Autor de los libros “Mis letras me seguirán hasta los infiernos” (Editorial V.L.), “Podemos y otros relatos indignados” (Amazón.es) (2015) y “Los cuatro jinetes de la epocaelípsis” (Amazón.es) (2017).

Ganador de los siguientes concursos:

I Concurso ELACT (2013).

III Certamen de Microrrelatos de Historia “Francisco Gijón” (2015).

XI Premio Saigón (2017).

XV Premio de Relato Corto “El coloquio de los perros” (2017).

I Certamen "Té Cuento" (2018).

IV Certame contos de Ultramar con el relato “Non plus ultra” (2018).

XIV Concurso de Relatos de Viaje Moleskin con el relato “Periodo especial” (2019).

Dos veces ganador del Certamen de relato breve “Hipatia de Alejandría” (2013) y (2017).

Así mismo, ha quedado finalista en diversos certámenes y sus relatos han sido publicados en varias antologías y revistas de literatura en España y Latinoamérica.

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