Renegar no es exiliarse
Reniego de lo intolerable
(orgía y venenos angustiosos):
de esos granos que duelen más
en tus campos que en mi cara;
de dios, ese cagón que
mira y no hace nada;
del artículo universal
que cuestiona la existencia;
de la mirada en la calle
que es ojo y es violencia;
de lo dicho hace un tiempo
que es yo, pero más borroso;
del dolor como un solar
esencial para ser algo;
de la moral y la suerte
que son caras de la misma moneda;
de los privilegios de ser esto
aunque haga gala de no usarlos;
de la tentación de tener
más agua de la que necesito;
de ser distinto cuando basta
ser vasto en la arbolada;
de los martirios en un bar
lleno de humo y agonía;
de la diferencia y esa tendencia
de buscarle bordes a la cama;
del sexo acortado por
un libro de ciencia;
de la sutil creencia
de ser quicio y ser palabra;
de navegar por inercia
entre la brea, el semen y la nostalgia;
del idílico consejo
que para ser algo hay que armarse.
Se hace fácil el reniegue,
lo que no gusta es exiliarse.
Autor: Enzo Conforti
Imagen tomada de