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Junín

¿Qué se puede hacer los domingos en Junín-Argentina? Los negocios cierran, salvo los restaurantes y cafés. Oscar no puede ir ni al super de la esquina, necesita comprar dentífrico y un rastrillo para rasurarse. Por ahora, desayuna con Zoé, rubia delgada con poco maquillaje, vestida con un pantalón de mezclilla -rasgados y ajustados- blusa corta, con un estampado de Frida Kahlo. La conoció en la Universidad, él presento su primer libro de cuentos, cuando firmo el libro de Zoé, miro con pena su ombligo, la felicito por la blusa. ¡Vaya sorpresa al encontrarla en el hotel! Angustiada le explica a Oscar su desventura; perdió la llave de la casa de su tía donde vive, ha hablado a su casa y a su celular, pero no recibe respuesta, no tiene a donde ir, ni puede pagar una habitación de hotel … ¿Cómo dio con él? En la conferencia menciona el nombre del hotel. Como sea, seria egoísta de su parte no darle posada (es una suite divisible con tres camas) Convence a la recepcionista, argumentando que se hará responsable de ella y costos extras, la recepcionista le entrega la llave, Oscar le dice a Zoé que todo está bien. Suben al elevador de jaula al 4° piso, suite 4B, Oscar gira la vieja llave pesada, invita a pasar a Zoé, le indica que puede escoger cualquiera de las primeras dos camas, el estará en la matrimonial del fondo, Zoé abraza a Oscar y besa sus mejillas, él solo se limita a sonreír, Zoé le pregunta si puede ver televisión y pedir agua caliente para su mate. Oscar habla a la recepción pide agua caliente. Zoé enciende la televisión, ve el Chavo y Quico, Zoé le explica a Oscar que sus padres le ponían videos de Chespirito y Cantinflas, ellos murieron en un accidente de auto después de regresar de una boda, y desde entonces su tía (hermana mayor de la mamá de Zoé) cuida de ella. Tocan a la puerta…Es un administrador con el agua caliente, Oscar toma la jarrita, le da una propina al joven. Después de cerrar con llave le da el agua a Zoé, ella le agradece, toma la jarrita la pone en un termo, de un tarro de plástico saca algo de yerba, Oscar no entiende que tanto hace, pero ella disfruta del mate y disfruta una película de Cantinflas.

Le platica que en una “Expo comics” se disfrazó de Harley Quinn, le enseña de su celular las fotos donde aparece caracterizada. Oscar miro su celular, tiene la batería baja, trato de conectarlo, pero los enchufes eran diferentes, las clavijas están chuecas, nunca había visto un interruptor así, parece una cara triste, Zoé noto que usan la misma marca de celular, le presto el cable con el enchufe indicado. Oscar se calma.

Zoé sonriente le invita mate, Oscar acepta de manera torpe, a ´pesar del sabor amargo, le agrada, la rubia saca de su mochila unos alfajores de chocolate.

Zoé se queda dormida, Oscar apaga la TV, se va a la habitación de fondo, se pone su piyama, toma dos mantas del ropero, cubre a Zoé con una de ellas.

Oscar despierta, frente a él están los ojos celestes de Zoé, antes de que diga algo, ella le pone sus dedos en los labios adormecidos de Oscar, pide disculpas, estaba preocupada porque a los que no acostumbran el mate les irrita el estómago.

Oscar le dice que no debe preocuparse, Zoé le acaricia sus negras y gruesas cejas y los parpados, se cierran, ella le susurran palabras melosas

Oscar despierta, Zoé está en la regadera, canta una canción de Soda Stereo, la puerta del baño está abierta, ve la silueta en la translucida cortina de hule…

Avanza con cautela y desconecta su celular del extraño enchufe “Profesor” escucho la voz de Zoé revuelta con el ruido del agua de la regadera “lo molesto con mi blusa”

El pobre hombre entra tímido, torpe, evitando ver la sombra de la chica, le avisa que le deja la blusa sobre un tambo de metal, el del gatito sonriente “gracias profesor” Oscar vuelve a la cama, le dice a Zoé que le llame profesor, mejor por su nombre “gracias Oscar”

Ahora pasean por la ciudad en moto Oscar se sujeta de la cintura de Zoé, no hay nadie en las calles, salvo un grupo de niñas y niños con un perro entrando a un salón de videojuegos, policías y uno que otro pegando las narices en los aparadores, mirando la ropa, chocolates de pascua, o juguetes…Chicas en shorts y chicos en moto, o bicicleta. Es un otoño tan silencioso y caluroso, que hasta los insectos duermen la siesta…

Oscar viene de la Ciudad de México, una ciudad muy activa, la pasividad no es lo suyo, ni las costumbres argentinas; desayunar ligero, cenar muy tarde, café y soda. Tiene tanta hambre que desearía comer una vaca entera de la pampa, paran en un café bar donde sirven hamburguesas y pizzas, la música de Soda Stereo amenizaba las hamburguesas y las cervezas, la plática es amena; libros, música, películas, costumbres…

Pidieron una pizza para llevar, regresaron al hotel, pidieron coca-colas frías y agua caliente para el termo de Zoé, encendieron la T.V. buscaron algo para matar el aburrimiento; canales culturales, programas viejos de Chespirito, videos de rock argentino, tangos, futbol, caricaturas, películas de acción y superhéroes, comerciales… Es matar el tiempo o siesta.

Zoé prepara mate, es necesario en señarle a Oscar la tradición del mate, algo tan sociable que se convirtió en íntimo, los alfajores de dulce de leche fue buena compañía, y el mate acerco mas a Zoé y Oscar, sus bocas compartían el mismo sabor, sus cuerpos se juntan y se despojan de sus ropas transpiran la yerba, es hora de combinar el sabor de la carne argentina y el chile mexicano, los senos tiernos y suaves rosan el velludo torso de Oscar. El intercambio cultural de besos y caricias logro darle sentido a la siesta, dejando a la pareja entrelazados, como la pampa verde que fácil se encuentra con el manto celestial multicolor.

La noche llego, la pareja fue despertada por una protesta con tambor batiente y la voz aguda aumentada por un megáfono, los ladridos de los perros y ruidos de motos…Después de una ducha juntos, ayudarse a enjabonarse, lavarse y secarse, Zoé propone dar una vuelta en moto a las plazas de la ciudad, las calles son muy seguras y tranquilas.

Aun con la banda de chicos Hip-Hop, cargando su enorme bocina, tocando rolas de rap, los grupos de motociclistas, y la pequeña manifestación que marchaban con tambores…

Llegaron a la Plaza de las Fuerzas Armadas, por el monumento del Milenio, ahí está ubicado el Café Picasso, ubicado en Avenida San Martín 253, el lugar cierra hasta que la ultima persona abandona el lugar. El lugar estaba casi, apenas un grupo de mediana edad, Oscar y Zoé se sentaron cerca de ellos, pidieron dos cafés cariocas y alfajores de arándano, no hubo platica por largo tiempo, solo miradas, se escuchaba de fondo “Ghost” de MOTORAMA. Zoé empezó analizar cada cuento de Oscar y sus posibles influencias, con Poe, Cortázar, Quiroga, Arreola y Chejov, sus palabras se escucharon en la mesa contigua uno de los comensales se acerca; gordo, calvo barbado, playera de The Doors se acerco a la mesa, la voz de sirena astuta atrajo a este señor con curiosidad de saber de que escritor habla. Ella presento a Oscar, de la sorpresa solo estrecho la mano y este hombre lo recibe con dos besos en cada mejilla, y los invita a la mesa de junto -cada uno era escritor, poeta o pintor, están sorprendidos de ver a un mexicano en su ciudad. Oscar que habla poco está agradecido, Zoé lo motiva a que platique de su libro. Su trayectoria es simple, empezó con un cuento infantil y acabo haciendo cuentos de terror y eróticos, en eso llego una pareja mas joven a la mesa, presentaron a Zoé y Oscar, después llego un comensal habitual, un par de chicas más… y así la mesa se lleno hasta ser una veintena, las platicas empezaron a variar, futbol. Maradona, Quino, rock argentino, rock mexicano, Chespirito, Cantinflas, Soda Stereo, Café Tacuba… Los efectos del vino y la cerveza, hicieron la plática amena con anécdotas y risas, llegaba la madrugada, las 4:30 a.m. Zoé y Oscar montaron la moto, pasan por una tienda de ropa donde un espectacular, un joven de barba acostado, sostenía una pierna que le pisa el pecho con uno de los tacones rojos, mientras la fotografía a la modelo que no se ve quien es…

Por fin llegan al hotel, uno de los empleados todavía somnoliento le da la llave, suben al ruidoso elevador, Zoé empieza a besar a Oscar, entre risas y chistadas metieron la llave con dificultad, prendieron la T.V. - tan briagos que ni siquiera pusieron atención al canal de caricaturas que sintonizaron- Oscar se acuesta boca arriba, Zoé se sube a la cama, pisa el pecho de Oscar y este le agarra el tobillo, después sube el otro pie, casi pierde el equilibrio.

Zoé se baja de la cama y le gana la risa -se sintió ridícula con la burda imitación de la publicidad, se quita los zapatos, sube a la cama, empieza a brincar, empieza un anuncio de chocolates , y Zoé se quita la ropa poco a poco, baila y se contonea a modo de perreo, se fue la blusa de Frida Kahlo, el pantalón roto se lo baja lentamente y lo avienta a la ventana cerrada, se escucha el choque con la persiana, se alborota el pelo y por fin se quita el calzón de Kitty blanco, y sigue bailando chocando los cuerpos y Oscar se despabila y reacciona, Zoé le ayuda a quitarse el pantalón, el calzón la camisa polo y el resto, Acaban bailando el mismo rumbo, el comercial se repite cada 10 minutos, Oscar besa a Zoé, todavía conserva el sabor del arándano, el chocolate, el vino y el café. Tampoco se dan cuenta que amaneció, a las 7 a.m. después del baile quedan abrazados, Zoé le susurra al oído, describiendo una cabaña por la pampa verde, con el horizonte infinito azul, el sol ocultándose tiñendo de rojo y violeta, un lago donde podrían pescar truchas, el ruido del rio corriendo, tal vez visitar México y gozar las fiestas decembrinas cenando pavo y los mejores vinos, o escapar a Quebec, ver nevar y comer golosinas de maple, tal vez Paris y sentase en la mesa del café mirando la torre Eiffel, desvelarse en Berlín escuchando música electrónica, visitar Tokio, mientras ella se disfraza de algún personaje de algún manga…

Suena una alarma, son las 8.a.m. es el celular de Oscar, se da cuenta que, Zoé se fue, no hay nada de ella, solo el cable conectado que le presto, tal vez la encuentre en el comedor del hotel, pero no apareció, pregunto a la mesera por la chica rubia, la mesera le dijo que desayuno temprano, y le dejo una nota de una hoja de su cuaderno

“Te agradezco la hospitalidad y el convivio, por el cable no te preocupes, lo necesitaras mas vos que yo, pude recargar mi celular cuando regresamos, mi tía ya está en casa, me mando muchos mensajes preocupada, te dejo mi número telefónico, besos Chau”

Oscar guarda el numero en su celular y la servilleta en su bolsillo, mientras le sirven el café, recibe una llamada, es la editora, recordándole que tiene una cena con él para las próximas ediciones y venderlas en toda Argentina. Oscar solo se limita a confirmar la cita, regresa a la habitación, se ducha, se viste, marca al número de Zoé, espera con ansia “¿Hola?”

 

Autor: RconR

México D.F. 22/01/71. Mi bisabuelo Enrique Ramos fue poeta. Mi primer cuento fue La rifa del tigre. Algunos cuentos fueron narrados por Sandra Lorenzáno en su programa de Radio “En busca del cuento perdido” Soñando en Quebec, Un picnic con Pamela. Estudie el Claustro de Sor Juana. Recibí un reconocimiento por participar en el XVI Concurso literario “Mi vida y mi trabajo” organizado por la Dirección de Trabajo de Santiago de Chile Con el relato El baile del palacio Trabajo en INAPAM (Instituto Nacional para las Personas Adultas Mayores) Narré cuentos el Real Under Bar y Veladas Gótico-Literarias: Panteón, Dime lo que viste, Banda de Las Sombras. Paseo en el parque, Rebelión de los ángeles, Bauhaus en el Cine Opera. 8 de diciembre narre un micro relato para KRAMPUSNATCH, para “Cabaret Negro” KRAMPUS S.A. de C.V. En Junín-Argentina recibí el 7° lugar por mi relato Porque odio la primavera.

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