Encuentro de cuatro mujeres en Sarajevo
Una mujer debajo del velo
negro, toda ella escondida
todo su deseo.
Me gustaría saber cómo guarda sus manos en los bolsillos
cómo sonríe su cadera
si sus rodillas almuerzan una frutilla
roja, cada verano,
si el sol cae en el hueso de su nuca.
Su mirada filosa me traspasa
porque soy cristal:
la otredad pendula entre mis dientes con la gracia
de quien no fue invitada.
Agarrada fuerte de su mano
una nena pisa metódica las piedras
del camino
del mercado
de Sarajevo.
Avanza a trancos cortos, creciéndole el alma a la par
con su vestido rosado, el viento roto en su pelo
(su cuerpo es un cuerpo, aún no es un escándalo).
Nuestras miradas se cruzan, quizás pudiéramos reprocharnos algo:
su devenir de otoños crudos, mis primaveras de manual
pero sigue su camino, y yo me pierdo para ella.
Entonces noto una muñeca Barbie
que se aferra a su mano niña.
Pálida, de pelo indolente y vuelo enquistado en su pollera de brillos
Las curvas plásticas de su cuerpo van a sobrevivir al imperio otomano
a las mezquitas, a los templos y a las iglesias que triangulan mi aliento.
La pacífica mirada azul de la muñeca conquista el horizonte
y entiendo qué secreto esconde detrás de su sonrisa blanca:
de todas las mujeres que reunió sin querer esta esquina,
ella es la única que es quien quiso ser.
Autora: Eva Bis
Eva Bis es profesora de Lengua y Literatura. Co-coordina el taller literario Palabras Originarias. Actualmente cursa la Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF.
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