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Oscuro, ausente y oscuro

¡No veo nada! Sentimientos pasmados

Tristeza profunda en el lago ya de por sí abrumador…

Sueños que se paralizan, metas sin cumplir, decepción existencial, represión enjaulada por el sistema

¿A dónde ir?

Ya no tengo una cama para refugiarme, ¡cuerpo asqueroso que no quiere volar!

Veinte, veintiuno, veintidós, veintitrés años y no aprendo nada.

Fallezco constante por la misma bala…

Cortes profundos que dejó el pasado, temblor insensato de mente débil

Lágrimas que crean lagos extensos y vulnerables…

Treinta, treintaiuno, treintaidos, treintaitres años y aun nada

Historias aisladas que no has de saber jamás

Irradiaba luz pero el bombillo se fundió

Estoy jodido, todo me duele y ¡me cansa este cuerpo!

Gris, película en blanco, negro y gris

Suspiros prolongados que no han de encontrar salida, gacelas que huyen para no llorar

Bomba de tiempo donde ¡no hay tiempo!

Me embrujo y me embrujan, sin hechizo alguno…

Sangre a chorros, no visibles,

¡Retroceso! ¡Caída en espiral! Emociones contradictorias que vuelven absurda tu anatomía

Besos que arden y se vuelven lava

Erecciones interminables junto al miedo de perderte

Dulce néctar que corre por tus piernas

Cuarenta, cuarentaiuno, cuarentaidos, cuarentaitres años

¡Maldito mundo! ¡Maldito tú! ¡Malditos versos! ¡Maldito sexo! ¡Maldito amor! Ese que no tengo, ese que no tienes ni por ti, ni por nadie…

Golpes discretos, fingir que estoy bien cuando los dos sabemos que me estás destrozando

Que mi corazón no soporta, que mi mente se paraliza y solo busca complacerte

Aromas discretos, discretos pero que igual los inhalo

Como tus mentiras, que me ahogan, invaden, desconcentran…

Que crean canciones, poesía melancólica y un jodido deseo de que te fusiones a mí

Voy a ser aire, no quiero que respires

Bofetadas a manera de palabras, desiertos infinitos.

No hay agua! No hay agua! No hay agua! No hay agua!

No hay vida... no hay nada.

 

Autor del texto y la imagen: Bryan Lozano Rizo

Guadalajara, Jalisco. México

En el 2012 a la edad de 17 años inicié estudiando teatro en la preparatoria, lo que me permitió tener un acercamiento al arte en general y ser incluso más sensible. Posteriormente, a los 19 años escribo mi primer poema “un alma en pena” el cual inscribo en un concurso, resultando ganador a la terna a mejor poema, continué escribiendo, esta vez para esa misma revista literaria teniendo dos participaciones tanto en cuento como en poesía, lo cual me motivó a seguir escribiendo.

Constantemente he estado escribiendo y participando en recitales, como el festival de música y letras, así como el recital “mi esperanza en la poesía” con temática en torno a la violencia sufrida hacia mujeres. A su vez he participado en diversos concursos uno de los más importantes el de “Ediciones punto de partida” de la UNAM en la Ciudad de México.

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