Progresión espiritual
Bautismo católico-apostólico-romano
fruto de un pacto triste
y llevado a cabo por uno de esos
sacerdotes
que nunca van a llegar a la cima de la pirámide
porque son, de hecho, buena gente
Ocho años. Me acusan de ser judía
(mi apellido, cuándo no).
Un descubrimiento: mi padre es ateo
y mi abuelo profesa la misma religión que Jesús-el-hombre.
Lo recuerdo sólo cuando voy a su funeral
y el cajón está cerrado
(lo cual me parece natural,
pero aparentemente no lo es
porque incluso él, que muere antes de su tiempo,
está exhibido para que lo vea todo el mundo)
y me arrepiento profundamente años después
en un campo de concentración en Berlín
de no haberle dejado una piedra sobre la tumba
porque ésas, a diferencia de las flores,
son (me vengo a enterar ahora)
eternas como las almas
Veinte años. No entiendo el Islamismo
y aún así defiendo la fe de las mujeres musulmanas
frente a una horda de zurdos
que no sabe, pero opina igual.
Tengo al parecer la mente cerrada
y un tono de mierda para decir las cosas
(porque no concuerdo con el hombre más poderoso de la sala)
pero las oprimidas son
por supuesto
ellas
Autora: Julieta Braslavsky
Imagen de Salvador Dalí