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Josefina y yo


Nosotros somos los guachos feos

que caminan por la vera del frente con los mocos colgando

tenemos la piel lacerada por los solventes

y los pegamentos que han sido los únicos banquetes de nuestra existencia.

Esos somos nosotros

los guachos de la esquina

los guachos de la estación de trenes que chutean el tarro de tolueno

para marcar el gol del campeonato

somos la foto más fea del álbum de fotos

un puñado de pendejos disfrutando en el filo del abismo.

Basura, escoria, nosotros nada.

Mi madre y la de Josefina tenían mastitis cuando nacimos en el vertedero municipal

sin más arsenal quirúrgico que una navaja cortando la tripa

nuestras madres tenían mastitis cuando nacimos

por eso somos tan flacos y enjutos

porque mientras todos ustedes mamaron

Josefina y yo fuimos meros espectadores de un show de hambre

por eso traemos a cuestas una infancia perturbada por eso es que Josefina y yo somos punkis sudacas por eso es que Josefina y yo somos mapuches yonkis

por eso es que Josefina y yo somos ácratas y burgueses

por eso es que Josefina y yo somos maricones cósmicos y apocalípticos rayando en lo chamánico por eso es que Josefina y yo somos terroristas, asesinos, domésticos, implacables y dementes jóvenes derrochando hormonas en las plazas públicas y los paseos peatonales quimera inconclusa de otros adolescentes en otras latitudes acariciándose bajo los árboles más frondosos.

Josefina y yo somos la envidia de los amantes que no pueden consumar el fuego porque yo toco el clítoris de Josefina en medio de la vorágine y nadie lo nota porque Josefina introduce su mano en mi pantalón pero nadie lo nota porque Josefina se desviste en medio del chubasco mas nadie lo nota Josefina y yo somos simplemente Josefina y yo.

Nosotros somos la pareja perfecta

porque nada es más sublime que la piel de Josefina rozando la orilla del mar y yo confundiendo su pubis con la luga fresca y ella mirando a las pocas estrellas que quedan en el cielo diciéndome:

vámonos amor, vámonos, vámonos a cualquier parte adonde quiera que vayamos mi vida, juntos o separados, este mundo será un círculo abierto porque los círculos cerrados no existen para la gente como nosotros

Porque los círculos cerrados no existen para la gente como nosotros.

 

Autor: Domingo Retamal H

(Puerto Montt, Chile. 1984) vive la infancia temprana en Bariloche para regresar en 1990 a su patria. ha participado de encuentros de poesía en diferentes ciudades de Chile. Ha sido publicado en revistas y antologado en "Obra viva: nueva poesía en Valdivia 98-12" (Chile, 2012). Actualmente reside en Puerto Montt y es miembro fundador del colectivo poético Orgasmar.

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