Una noche en Babilonia
Hubo en Babilonia un rey del que hasta ahora nunca se habló. Respondía al nombre de Orduk y era el primero y hasta donde sabemos, fue el único rey con ese nombre. Por todo aquel rincón del oriente circuló la noticia de su nacimiento, pero el olvido es el brazo más poderoso del tiempo.
Aquel rey se convirtió en un erudito de los saberes humanos. No había libro, canción o simple saber que no conociera o no quisiera conocer.
Una noche subió a la torre más alta de su palacio y decidió quedarse allí a contemplar los astros, como creyendo que el silencio de la oscuridad iluminaría frente a él algunas verdades antes de caer en un profundo ensueño. Las constelaciones dibujaron su suerte.
Vio en ellas la forma de un león alado mostrarse. Cuando Orduk escuchó rugir a la bestia, creyó que los muros de la ciudad caerían, mas nada ocurrió. El rey interpretó que sólo él podía escuchar y ver a la bestia, pero no sabía si eso era de buen o mal augurio.
Orduk se quedó viendo a la bestia sin inmutarse: quería que ella se acercara. Pensó que toda su vida había esperado algo como lo que estaba viendo, algo que trascendiera los grandes pergaminos de los antiguos sabios. La gran bestia se posó frente a él. Desconozco si Orduk y ella intercambiaron alguna palabra o si aquel soberano simplemente entendió lo que la bestia quería. El rey de Babilonia se subió al lomo de la criatura y ella lo llevó a volar por todo el mundo.
Vio tierras que ni siquiera habían sido soñadas por los grandes sabios y poetas que él tanto había leído. Cuando volvió a Babilonia vio lo que nosotros llamamos la Historia: vio los incendios, las cenizas, los ejércitos y la reconstrucción. Pero ya no estaba. Ya no era. Se convirtió en astro, es decir que se convirtió en todo lo que fue y lo que será, en toda la humanidad y en nadie.
El brazo más poderoso del tiempo nos legó las partes y los hilos, no el orden ni la certeza. Aquel es el sortilegio más poderoso del olvido: el de las historias que en alguna instancia inventan la memoria, y a través de ella, la identidad.
Autor: Brandon Barrios
nació el 13 de Julio de 1998. Desde pequeño, desarrolló un gusto por las humanidades, tanto es así que actualmente estudia filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Ha sido nominado y ganador en algunos concursos literarios menores, como por ejemplo, el concurso literario del Colegio del Arce en el 2013 y en el 2016. Espera publicar algún día una colección de cuentos, de la cual podemos decir que el título es el mayor de sus problemas.