top of page

No escribí mis miedos de niño, quemé rosas y las cenizas no las guardé bajo la cama para leértelas cuando estés silenciosa, desnuda las cenizas se durmieron en la tierra y en el viento de un verano cálido

plasmado en un poema inconcluso de la niña que me vio correr.

Si leí poemas, no eran míos si hablé muy rápido y el cuarto se llenó de música, no fue poema yo no bailo junto a las palabras de culpa desamor, tedio, periferia, tierra, sangre pero te veo casi dormida caminando sobre tierra con el tedio del desamor y una culpa periférica que sangra poemas con mi nombre.

La única poesía son mis manos borrando huellas mis brazos y la cintura, en tu oído mis gemidos son versos

es mi cuerpo, derramado

de los recovecos a los labios de tu concha al ver mi pelo rebotar

entre el garaje punk el cuero negro

y el humo de las cenizas.

 

Autor: Benjamín Salas Sadler

Estudio Edición Editorial en la UBA, escribo desde los 15 años por recomendación de la psicóloga, he pasado por distintos talleres de poesía, en Chile y Buenos Aires. Me considero un anti-poeto porque la poesía no es mas que una maldición contraproducente

Imagen de Man Ray

bottom of page