de La Mujer Árbol poema XII
LA CALLE ES UNA INMENSA VIDRIERA DE GENTE,
DONDE LAS MISERIAS;
LAS HUMANAS Y LAS OTRAS,
SE EXHIBEN DESNUDAS SIN PUDOR.
LA HIPOCRESÍA ATROPELLA,SIN PEDIR PERMISO,
EL DOLOR ES CLIENTE ASIDUO
A ESTA SUBASTA DE TERNURA,
DE BESOS AL MEJOR POSTOR.
LA INFANCIA SE PRECIPITA
EN EL ACORDEÓN DE UN NIÑO,
Y LA INOCENCIA SE LE ESCURRE ENTRE LOS DEDOS.
(DIOS VIAJA EN MERCEDES BENZ Y NO ATIENDE A DOMICILIO)
LA DIGNIDAD DUERME EN LA MANO EXTENDIDA DEL ANCIANO;
A LOS PIES SUCIOS DE UNA IGLESIA.
CURTIDO SU ROSTRO POR LOS AÑOS,
EN LA MIRADA CENIZAS; AL VACÍO ARROJADAS.
NUBES DE TIEMPO EN EL PELO Y EN EL ALMA;
DEL QUE NO ESPERA OTRA SONRISA
DE ESA MUCHACHA ESQUIVA LLAMADA VIDA.
Autora del texto y la imagen de portada: Silvina A. Ledesma
Nací en Montevideo (Uruguay) un 22 de abril de 1978 en años de dictadura ; como nacieron tantos de mi generación, a lo largo y ancho de nuestro continente. Años siniestros, años oscuros.
Ya hacía cinco años que el terror asolaba mi país, y dos a la Argentina; lugar donde resido actualmente.
Supe adaptarme a los espacios reducidos, pero prefiero los paisajes amplios, que me permitan ver el horizonte.
Hay quienes eligen una religión para exorcizar sus demonios.Yo, en cambio, elijo vomitar palabras, vomitar sentimientos, hacer catarsis en el alma; que no es más que expresar la esencia de uno mismo, de lo que somos.
Y somos lo que vivimos.
Así que esto, no es más que la transfiguración de los sentimientos con las palabras, exorcizar mis propios demonios.
"Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos"
Patty Smith
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