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Memoria viva


Patotear la patria, patriotear la fiesta del desclasado mental

pan y circo

cero identidad

mientras Latinoamérica sangra y rompe las cadenas de cacerolas anarcoburguesas. Retórica + corrupción los pilares de la colonización de una joven nazión abrasada por la absurda semiótica de los medios de comunicación ¿será Magnetto el prócer garca de mis tiempos? Sí se puede, sí se puede

una Argentina Adormecida vestida

de derecha

no le cabe a cualquiera aunque los oprimidos sesgados hagan bandera de la lengua del opresor bajo esta lluvia gorilera. Hay un tsunami de robos en mi cuadra. La vecina de arriba espía sin levantarse de su silla. Odia la villa.

“Indignada” repite como títere. “Alexis bigote de alambre Jesús es vida”

escribieron en la esquina. Son chorros católicos

como todos los que conozco. La tienda del barrio cerró

aumentó el vino en el chino la nueva policía tiene cara de facha cuando las masas atrasan

zonas liberadas la violencia

se vuelve la única creencia. Es de puto gramsciano celebrar que te rompan tanto

el ano porque traen balas para los niños algunas para las travas un Big Mac la verdad en editar parte de la realidad un Martín Fierro Kitsch porque el derecho a la sátira

no se negocia. No toda sangre es cicatriz

así como no toda herida es poesía todo es ficción lo que pasa en Argentina viva la Patria Viva.

 

Autor: Gonzalo Zuloaga

Gonzalo Zuloaga nació en La Plata el 18 de octubre de 1985. Ha publicado microrrelatos en la revista mejicana Monolito Arte y Literatura y fue acreedor de mención especial en el Iº Certamen Literario organizado por la revista digital Conurbana.cult. Escribe pastiches postmodernos y cut-ups en su página de Facebook, Kitsch disfrazado de cool.

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