Relatos de una loba I
1
me voy deshaciendo en mil ríos y cada uno de esos dedos soy yo , tan azul o gris o ronca, tan animal, gata, mística, todos soy yo, la que ladra, o la que canta, la que quiere casa y techo y la que busca lunas como loca....la que husmea en las sombras, hambrienta de corceles bravíos, la que se sube al globo como niña alucinada, todas soy yo y no pienso mutilar ninguna, quiero recorrerme, ser millones, ser y ser y ser todo lo que tengo guardado en mis memorias viscerales, registrado en las cadenas de viento de este Adn inmenso y místico. Desde la sangre de ballenas hasta los cuentos de viejas sirenas arrugadas, soy yo, agreste, brutal, suave, lluvia, curiosa, voraz...no me quito nada, no pienso deshojarme, ni pienso apretar mis alas contra el vidrio. Por abajo de mi ropa salen estrellas y pelos, de mi sonrisa se escapan caninos brillantes y más brillantes melodías. Voy dejando atrás de mí las pieles viejas, las costras de muerte aburrida. Soy, no me detengan, no quieran explicarme nada, no pienso explicarles nada, me nutre el silencio, el milagro de la belleza, las hebras de luz entre las plantas.
2
La piel, las diferentes capas de carne y cielos, los huesos, los que se rompen y los que suenan como flautas ¿De qué estaremos hechos? ¿Qué es eso que tiembla debajo de la carne cuando una lengua con su milagro se arrastra como caracol hirviente? Quién nos enciende la mirada. Qué son estos refucilos y estas llamadas más allá de las voces. Quién nos invita más abajo, o más arriba, a zambullirnos en otro ser como si fuera de agua, o de lava. Por qué los ojos se derriten a veces y pareciera que nada importara, sólo la electricidad de conectarse aunque más no sea por un rato, para desaguarnos ámbar rojo sobre un fresco piso de mármol?
3
Me muevo a inspiración y olfato me guían las grietas que aparecen entre los silencios entre palabra y palabra que no se habla voy husmeando las pisadas de las almas ancladas encuentro a los entrampados y les abro no puedo esconder mi rabo me delatan mis dientes de cachorra los arañazos que dejo entre las hojas el desparramo de luz los remolinos puedo hacerme humo y reaparecer en un milagro sé morder y ahuecar en la mirada lugares tibios como madres mismo con miedo avanzo como fuego devorándome paisajes bebiéndole a la luna sus oleajes me persigo como se persigue un sueño o un animal infinito lleno de recovecos me busco y me encuentro y me vuelvo a perder y ese camino de narinas abiertas y ojos águila es el único camino aunque me hunda aunque me desbarranque en heridas prefiero mi intemperie mi guarida precaria mi techo agujereado de estrellas a cualquier barca que pueda salvarme
Autora: Victoria Aftalión
Nacida en 1966 en Buenos Aires. Criada a sol y barro.
Música de profesión, escritora por naturaleza.
Vivió en Cabo Polonio , el Prado y el Pinar ( Uruguay).
Rio de janeiro ( Brasil).
Hace 17 años echó raíces en Florianópolis y por allí anda hasta ahora, musicando y floreciendo.
Facebook: Victoria Aftalión
Imagen: Escultura de Natalia Zinola
Pintura de Pollock: She-wolf